Cuando compramos una computadora nueva, nos alegramos porque tenemos la sensación de que ahora desaparecerán para siempre los problemas que teníamos con nuestra antigua PC. En efecto cuando la instalamos y comenzamos a probar vemos sorprendidos como se inicia el sistema, como se cargan rápidamente los programas y como nuestra conexión a internet es lo máximo (siempre y cuando el proveedor de internet ofrezca un buen servicio). Decimos que nuestro nuevo PC "vuela" en comparación con el que acabamos de vender, regalar o echar al olvido.
Al cabo de un tiempo nos vemos sorprendidos porque nuestro "avión" nuevo se ralentiza o se pone demasiado lento a pesar de tener una configuración de hardware con un potente procesador, placa base de última generación, memoria RAM con más de 1GB y una capacidad de almacenamiento también de varios GB. Es un hecho ya demostrado, que en el 90% de los casos, las fallas de funcionamiento de un computador de escritorio o laptop están asociadas al software y no al hardware.
En el caso de un computador que se ha puesto demasiado lento, es casi seguro suponer que el problema radica en la instalación indiscriminada de programas en el PC y a la constante pero necesaria conexión a internet. Cuando se instalan nuevos programas, éstos dejan tras de sí una llamada "entrada de inicio automático". Esta entrada hace que, en cuanto se inicia una sesión en Windows, el programa en cuestión o un componente del mismo se carga automáticamente en la memoria. En algunos casos, esto tiene sentido, como por ejemplo cuando se trata de un antivirus. Sin embargo, en la mayoría de los casos se trata de software innecesario, o programas que se pueden iniciar manualmente en cualquier momento, sólo cuando realmente se necesitan. Al conectarnos a internet y comenzar a visitar todas las páginas web de nuestro interés o no (ya no es sorpresa para nadie cuando emerge un sitio web en la pantalla sin el consentimiento del usuario) comienza inmediatamente la descarga hacia tu computadora de archivos temporales como: fotografías, videos, programas instaladores, scripts, cookies y pare de contar (esto sin contabilizar a los virus). Todos estos archivos temporales, que al cabo de un tiempo pueden llegar a ocupar un espacio en tu disco duro de varios GB, sumado a las constantes acciones de borrar y copiar archivos propias del usuario, son causantes del problema número uno que hace que nuestro PC tarde una eternidad en iniciar el sistema o una aplicación, la "fragmentación del disco duro".
Cuantos más programas se ejecuten al iniciarse Windows y más fragmentado esté nuestro disco duro, más tiempo tardará el ordenador en arrancar y ejecutar las aplicaciones. Pero como toda enfermedad tiene su remedio, está a nuestro alcance llevar a cabo dos procedimientos sencillos pero útiles (descargar guía) para mejorar un poco nuestro problema de lentitud con el PC:
1.- Primero debemos eliminar los archivos temporales de internet. Para esto vamos a la barra del menú principal de Internet Explorer, y pulsamos sobre Herramientas->Opciones de internet. Luego en la pestaña "General" en la sección "Historial de exploración" podemos eliminar todos los archivos temporales de internet.
2.- Microsoft detectó el problema de la fragmentación de disco y equipó a sus primeros sistemas operativos con un programa de desfragmentación. Para desfragmentar el disco duro pulsamos el botón "Inicio" de Windows, luego pulsamos sobre Todos los programas->Accesorios->Herramientas del sistema y ejecutamos la herramienta "Desfragmentador de disco". Se elige la unidad de disco duro y se pulsa el botón "Desfragmentar". Ahora sólo queda esperar (el tiempo depende de qué tanto se encuentre fragmentado nuestro disco duro).
Existen también harramientas especializadas para hacer "mantenimiento" a nuestro PC que son excelentes, TuneUp Utilities es de las más recomendadas. Siempre existe la duda de que si realmente es el software o el equipo el que está fallando. Hay una forma radical de demostrar esto: si usted quiere que su PC "vuele" como el momento en que lo compró, reinstale completamente su sistema operativo. Para esto debe formatear su disco duro y reinstalar todo como nuevo. Eso si, tenga especial cuidado en respaldar primero todo sus archivos más importantes, y tener a mano todo los drivers necesarios del hardware de su equipo.
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